Domingo en la mañana, acampar, después de dormir con el arruyo de un pequeño riachuelo tras sumergirse en aguas termales con un cielo infinitamente estrellado, identificando las constelaciones que un amigo nos mostraba, era tiempo para desayunar y tomar mi querido café de la mañana. Avanzando en la carretera, mirando nada mas que montañas, llegamos a la comunidad de Ocampo donde se ubica uno de los santuarios de la mariposa Monarca, "El Rosario".
Al caminar e internarse en el bosque se pierde la noción del tiempo, mientras uno va subiendo entre los árboles de oyamel, se empiezan a ver poco a poco algunas manchitas naranjas en cielo, son las pequeñas mariposas despistadas que quizás habían perdido su camino, a la vez que uno se va internando más en el bosque dejan de ser sólo dos o cuatro los colores naranjas que contrastan con el cielo azul de forma exquisita, el número se empieza a multiplicar, hasta que de repente, sin darse cuenta hay una fiesta de alas naranjas y rayitas negras* revoloteando en el cielo, que con coordinacion sutil* danzan entre los árboles, entre algunas perezosas que aún siguen colgadas formando racimos espesos cayendo de las ramas, como cascadas de un delgado y finísimo papel naranja.
Racimos de mariposas |
Algunas pasan tan cerca de mi cara que imagino que son unas hadas. Subiendo el cerro se llega a un espacio con menos árboles, es ahí donde se ve la mayor cantidad de ellas, todas volando como si hicieran una coreografía en el cielo.
Vuelan miles de kilómetros (aproximadamente 6 mil en seis semanas, su transporte además de sus alas; las corrientes de aire, con las que se ayudan para viajar en promedio por día de 120 a 160 Km) para llegar a los climas templados de Michoacán y el Estado de México, a bosques con latitudes de 2750msnm aprox. para desde octubre a marzo, hacer de México su hogar.
Con sus pequeños y ligeros cuerpos, tan frágiles y tan fuertes a la vez, Leonardo Da Vinci hubiera querido saber su secreto para mantenerse en vuelo tanto tiempo, y de forma tan ligera, poner el diseño en sus dibujos y sus maquinas de vuelo. Ícaro las envidiaría porque salen al sol a calentar sus alas y estas siguen intactas, pero los mas agradecidos somos los que visitamos estos hermosos santuarios y podemos contemplar lo maravillosa, fuerte, a la vez frágil; caprichosa y hermosa que es la naturaleza.
* Datos interesantes
rayitas negras* las rayitas negras que podrian parecer dibujitos para adornarlas, son sus venas y en las hembras son mas gruesas, los machos se reconocen porque tienen dos puntos negros sobre las alas.(explicado por un guía)
coordinacion sutil* su vuelo no es a capricho, los patrones de vuelo son heredados, basados en una mezcla de ritmos circadianos y la posición del sol en el cielo[14] [15] que están basados en sus antenas.[16] [17]
- ↑ «Butterflies Guided By Body Clocks, Sun Scientists Shine Light on Monarchs' Pilgrimage».
- ↑ Gugliotta, Guy. 2003. Butterflies Guided By Body Clocks, Sun Scientists Shine Light on Monarchs' Pilgrimage. Washington Post, 23 de mayo de 2003, p. A03. visto 7 de enero de 2006.